sal yodada, dientes sanos

La sal marina yodada es un producto en auge que se distingue por su gran variedad de propiedades beneficiosas para nuestra salud. Esta sal no solo se usa como condimento para nuestras comidas, sino que es un elemento necesario para una dieta correcta y ayuda a prevenir problemas como el hipotiroidismo, el bocio y las patologías en la formación del feto.

Además, su uso se ha extendido desde hace bastantes años a otros sectores como la agricultura, la ganadería e incluso para la limpieza de piscinas, donde cada vez más usuarios la prefieren al tradicional cloro.

Sin embargo, la sal yodada también puede ser beneficiosa para nuestro cuerpo de otras muchas maneras que pueden pasar desapercibidas, precisamente porque forman parte del día a día de muchas personas. Por ejemplo, ¿quién no ha utilizado sal para curar las heridas de la boca?

Quizá el artículo tenga algo de “remedios de la abuela”, como cuando nos poníamos pasta de dientes en las quemaduras o vinagre en los cardenales. Pero, es cierto, funciona. ¿O sino, por qué el dentista recomienda lavarse con agua y sal a las personas que se acaban de sacar la muela del juicio (por ejemplo)? Porque la sal ayuda a limpiar, desinfectar y cicatrizar las heridas.

Es tan sencillo como usar cualquier brebaje farmacéutico para la limpieza de la boca, pero mucho más efectivo contra esas heridas tan molestas que pueden aparecer. Simplemente echa una cucharada de sal en algo de agua y enjuágate. No llenes la boca con demasiado agua para poder distribuir con los carrillos la sal hasta las zonas más inaccesibles. Es probable que, si la herida es considerable, notes resquemor; incluso si acabamos de sacar una muela, el dolor sea intenso. Perfecto. Eso es porque la sal está actuando, igual que actúan el agua oxigenada o el alcohol sobre las heridas de la piel.

Evidentemente se debe limitar el uso de la sal como enjuague a ocasiones en las que sea necesaria. También hay que tener cuidado con no echar demasiada sal ni abusar de su uso, ya que podría irritarnos la piel alrededor de los labios  y provocar sequedad en la boca. Aparte de eso y de no tragarse la sal, no es necesario tomar más precauciones.

En definitiva, la sal también tiene aplicaciones como remedio casero (y profesional) para problemas como éste, esas cosas del día a día que, silenciosamente, hacen nuestra existencia un poco más molesta.